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Revisión Utzon

  • Writer: CHRISTIAN O GOMEZ-MIRANDA
    CHRISTIAN O GOMEZ-MIRANDA
  • Feb 10
  • 2 min read

Updated: Feb 18


Sydney Opera House															Jørn Utzon
Sydney Opera House Jørn Utzon


La arquitectura es una disciplina que mezcla dos enfoques opuestos: lo visceral y lo académico. Lo visceral se basa en la intuición, la emoción y la experiencia sensorial, mientras que lo académico se enfoca en lo racional, lo técnico y lo estructural. Aunque parecen mundos separados, ambos son esenciales en el diseño arquitectónico, y la verdadera magia ocurre cuando se logran combinar de manera equilibrada. La arquitectura no solo es ciencia, sino también arte, y para crear grandes obras se necesita un balance perfecto entre estos dos aspectos.


Jørn Utzon, reconocido por su enfoque visceral, se alejó de las normas tradicionales de la arquitectura académica. Influenciado por su experiencia en las plataformas mayas de Uxmal y Chichén Itzá, Utzon entendió que la arquitectura podía ser una experiencia emocional que transformara la percepción del espacio. Para él, no solo se trataba de crear una forma atractiva, sino de ofrecer una experiencia profunda que cambiará la manera en que las personas veían su entorno. Su trabajo, aunque cargado de emoción y sensaciones, también estaba basado en una sólida estructura técnica, lo que muestra cómo lo visceral y lo académico pueden complementarse.



Casas Fredensborg, Selandia														Jørn Utzon
Casas Fredensborg, Selandia Jørn Utzon

Arquitectos como Alvar Aalto y Gunnar Asplund también supieron equilibrar lo técnico y lo emocional en su trabajo. Aalto, por ejemplo, hablaba de un proceso en dos fases: primero abordaba los aspectos técnicos y funcionales, y luego se dejaba guiar por su intuición y recuerdos para dar forma a sus proyectos. Este enfoque permitió que su arquitectura no solo resolviera problemas prácticos, sino que también evocara sensaciones y emociones. Al igual que Utzon, Aalto y Asplund demostraron que la belleza y el rigor pueden ir de la mano, y que un diseño puede ser tanto funcional como profundamente emocional.


El diseño arquitectónico exitoso debe integrar estos dos enfoques. Un edificio que solo sea bonito pero inestable o que sea funcional pero le falte de expresión emocional no alcanzará su máximo potencial. La clave está en lograr un equilibrio entre lo técnico y lo emocional, algo que se refleja en obras como la iglesia Notre-Dame du Haut de Le Corbusier, que aunque parte de una base teórica sólida, transmite una fuerte carga emocional. Arquitectos como Louis Kahn o Tadao Ando también logran transmitir emociones a través de la luz, la sombra y la textura, a pesar de que sus diseños se basan en principios más académicos. El buen diseño arquitectónico debe ser tanto práctico como evocador, y esto depende del contexto y la naturaleza de cada proyecto.





 
 
 

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